Ya no hay pena de muerte en chile, es cierto, pero aún sigue habiendo "pena de maternidad obligatoria"
para nosotras. Poco ha cambiado para las mujeres, a no ser
por el maquillaje de tanta mujer que se ha incluido en la Clase
Política en este territorio -comenzando por la presidenta de la
República que ya está en su segundo mandato-...
PERSECUCION POR ABORTO
PERSECUCION POR ABORTO
LA MUJER SIN DERECHO A DECIDIR
x victoria aldunate/septiembre 1997/puntada con hilo Nº 27
Esta cruzada en contra de nosotras no es
una "discusión sobre la vida", sino sobre quién la decide. Por eso,
este Estado aprueba la pena de muerte. Se trata de que el control no sea de la
persona sino de la cúpula y que, de acuerdo a las leyes del mercado, en caso de
aborto, quienes vayan presas, sean sólo las más pobres. Esto, por decidir sobre
una situación que nos determina: la maternidad.
La aplastante mayoría de inculpadas en
procesos por aborto son mujeres, aunque, en 500 abortos diarios que se producen
en Chile, no participan sólo ellas. Entre padres que abandonan o asumen y
madres, esa cifra se dobla. Hay mil personas participando directa o
indirectamente de esta decisión. Pero, de 132 expedientes del Centro de
Orientación Femenina, COF, sobre procesos por aborto de 1977 a 1995, en 129,
las inculpadas son mujeres. Abortantes, aborteras y acompañantes. Cualquier
documento de proceso penal, aunque se encuentre en el archivo de una cárcel femenina
como éstos, registra a todos los inculpados, en cada caso. En esta muestra, hay
sólo tres hombres procesados. Tres compañeros que asumieron estar.
CARCEL POR POBREZA
El aborto, lo atienden clínicas y
personas que cobran desde 10 mil pesos por procedimiento, hasta arriba del
millón por la operación. No se sabe de nadie solvente que haya sufrido cárcel
por esto. Son procesadas justo quienes no pudieron "pagar calidad" en
el aborto, enfermaron, tampoco tuvieron para una consulta privada post-aborto, y
fueron a dar al servicio público de salud, donde se registra la gran mayoría de
los denuncios. Cayeron también aborteras, que son las más pobres de quienes dan
estos servicios. Los médicos descubiertos han hecho noticia, pero no han pasado
ni un día en la cárcel.
MORIRSE Y AGREDIRSE
En términos estrictamente médicos, el
aborto constituye un procedimiento con poco riesgo, pero no si te colocas en
manos de quienes no tienen conocimientos médicos ni condiciones clínicas. Más
de la mitad de las procesadas como abortantes acudieron a comadronas. Según la
muestra, éstas últimas son analfabetas, otras sin primaria completa y ninguna
terminó la secundaria.
Otro grupo de las mujeres que abortaron
lo hicieron solas (el 34 por ciento), se introdujeron por la vagina tubos
plásticos, tallos de vegetales y hasta alambres y palillos. Unas y otras
enfermaron post-aborto. Hubo mujeres que murieron, y sus acompañantes fueron
inculpadas como "cómplices".
SON TRABAJADORAS MALPAGADAS
La mitad de las procesadas por aborto que
tienen actividad remunerada son trabajadoras de casa particular, el resto se
reparte entre obreras textiles, comerciantes ambulantes, modistas y mujeres sin
remuneración.
Las empleadas domésticas a menudo son
emigrantes de sectores rurales, muchas eran jóvenes, iniciándose en su
sexualidad, despojadas de la contención de sus seres queridos, en una primera
experiencia laboral, aisladas por el sistema "puertas adentro", sin
previsión, sujetas a despidos, excluidas por ley de los beneficios del fuero
maternal.
Para ellas, la pérdida del empleo no sólo
significa la pérdida de la remuneración, sino también de la vivienda y la
alimentación.
LEY PAREJA ES DURA
La persecución al aborto es un castigo
específico a las mujeres. Y dentro de eso, no lo vivimos todas igual porque no
tenemos la misma situación.
Presumir que las "futuras
madres" saben y pueden acceder a la prevención del embarazo es
"fantasía". De las procesadas, más de la mitad es analfabeta, apenas
leen y escriben, no terminaron la primaria o no terminaron la secundaria. Las
mujeres con menos instrucción son las que tienen más hijos, más de la mitad del
total tiene por lo menos uno, y eso de que "donde comen dos, comen
tres", no les funciona. Son ex obreras del PEM y el POJH, y el "Plan
de Superación de la Pobreza" no les llegó ni por asomo.
MUJERES REALES
Graciela, de 26 años, vivía sola en una
mediagua de una pieza con cuatro hijos pequeños cuando en 1993 pagó 15 mil por
un aborto.
En 1988, la hija de 17 años de una
trabajadora del POJH que a su vez tenía sólo 36 años, quedó embarazada. Pagaron
5 mil por la colocación de una sonda que llevó a la niña al hospital.
Nora, en 1985, era empleada puertas
adentro, sus patrones aceptaban que viviera con un hijo, pero la habrían echado
por otro...
Isabel, obrera que ganaba 48 mil pesos
mensuales en 1994, tenía 24 años y dos hijos. Se puso inyecciones.
Eliana, de 26 años, vivía allegada, su
ingreso mensual era de 16 mil pesos como secretaria de su Junta de Vecinos. En
1992, pagó 15 mil por la colocación de una sonda y fue a dar a la Posta.
Carmen, del campo, empleada doméstica con
19 años en 1993, le dijo a su pololo que estaba embarazada, él la golpeó y negó
su paternidad. Sola en su pieza, se introdujo un alambre.
Marta, de 43 años, casada, madre de cinco
hijos, trabajaba como empleada doméstica en 1987 y abortó. Al momento de ser
procesada tenía la luz y el agua cortados.
"DERECHO PENAL": ABSTRACCION
MACHISTA
El aborto está tipificado como delito en
los Artículos 342 y siguientes del Código Penal. Se dice que puede ser
realizado por un tercero sin el consentimiento de la mujer, con el
consentimiento de la mujer, y que puede ser la propia mujer la que se lo
provoque.
"Autor ejecutor" es quien
realiza la acción; "co-autor", quien toma parte directamente;
"autor inductor", quien lo induce; "autor intelectual",
quien lo planifica; "cómplice", quien coopera;
"encubridor", quien teniendo conocimiento no denuncia.
En la práctica, la inmensa mayoría son
procesadas como autoras, abortantes o aborteras. Otras son las "cómplices"
y "co-autoras". No se sabe de "autores-inductores" por
ejemplo, aunque una conclusión de los estudios hechos es que las mujeres
abortan inducidas tanto por la pobreza, como por el abandono de los hombres.
HUMILLACION Y MAS CASTIGO
Las mujeres procesadas por aborto
"vivencian la cárcel como el más grande quiebre de sus vidas".
Sienten que nunca vuelven a ser igual. Sufren tortura física en los
interrogatorios y la humillación de que, tanto quienes las detienen como
quienes las juzgan, se crean con derecho a sonsacarles cosas sobre su vida
sexual.
La mitad de las abortantes son
condenadas, el 20 por ciento, sobreseídas y el 20 por ciento, absueltas. Más de
la mitad de las proveedoras son condenadas, el 19 por ciento sobreseídas, y el
19 por ciento absueltas. No ocurre lo mismo con el delito de violación, donde
de 347 causas, sólo 22 tuvieron sentencia condenatoria (cerca del 7 por
ciento).
Las penas de las condenadas por aborto
oscilan de un año cuatro meses a cinco años.
"EXTRAÑAS" DEFENSAS
La Defensa que obtienen las mujeres pide
la absolución alegando que "el cuerpo del delito no se encuentra
acreditado", resquicio que podría ser eficiente ya que nadie prueba un
aborto a menos que lo sorprenda y registre, pero los jueces pocas veces lo
aceptan porque condenan el aborto personalmente y la última palabra es de
ellos. Otra cosa que alegan es que "un miedo insuperable" y "una
fuerza moral irresistible le impidió, a la acusada conducirse de un modo
diverso". La aceptación a estos rebuscados discursos es muy poca.
Viéndose perdida, la defensa recurre a
algunas atenuantes que, por decir lo menos, son extrañas y no se sabe por qué
las alegan si los jueces no las aceptan: que la acusada intentó "enmendar
el daño ocasionado", a lo que les responden que "el aborto es
irreparable"; que "estímulos poderosos provocaron arrebato", a
lo que les dicen que un aborto es "planificado".
"ABORTO HONORIS CAUSA" (!!)
Es una atenuante privilegiada y significa
que lo hizo "para ocultar su deshonra". Si la mujer es soltera por
ejemplo, se acepta. Concluimos que la Justicia Chilena considera a la mujer
"manchada" por el sexo, y a los hijos ilegítimos una vergüenza.
A esta misma justicia, nada le importa
que ella haya abortado para salvar su vida o por miseria.
BURLA
En 1992, Ofelia de 23 años, soltera y
analfabeta fue violada en un camino rural, quedó embarazada y se dio cuenta dos
meses después cuando trabajaba en Santiago como empleada doméstica. Abortó.
La Defensa solicitó absolución "por
no encontrarse acreditado el cuerpo del delito". El Instituto Médico Legal
señalaba que "no hay signos de aborto o embarazo", pero el médico que
la atendió dijo que "teniendo los antecedentes clínicos de la mujer, él
señala que fue un aborto provocado...". Los patrones de la inculpada declararon
"que les contó que una mujer le ofreció hacerle un remedio".
"Suficiente para dar por establecido el aborto", resolvió el juez. Se
aceptó la atenuante de "aborto honoris causa" y fue condenada en 1995
a 541 días.
CRUELDAD
Irma de 36 años, casada, analfabeta,
trabajadora de casa particular tenía tres hijos. Abortó por su precaria salud.
Hacía poco había ingresado de urgencia al hospital y le habían extraído una
parte del intestino. En esa ocasión le habían retirado el dispositivo
intrauterino, el médico le había señalado que no podía embarazarse, pero no le
indicó otro método de anticoncepción ni le insertó un nuevo DIU.
La Defensa no invocó estos hechos, sino
que solicitó la absolución de la procesada por no encontrarse acreditado el
delito y las atenuantes acostumbradas. El juez desestimó la defensa porque la
inculpada estaba confesa.
Fue condenada en 1992 a tres años y un
día bajo libertad vigilada. Estuvo más de dos meses en prisión preventiva.
PILATOS FUE MEJOR
El 34 por ciento de las abortantes tiene
pareja estable, marido o pololo. Frecuentemente ellos se van, dejándolas solas
con los hijos, otras veces les presentan un apoyo apenas formal diciendo que
"se harán cargo". Este dicho lo usan en el juicio para quitarse
cualquier peligro de encima o simplemente para no quedar mal ante el juez. Su
congénere de la justicia por su parte, se preocupa por llamar a declarar a los
hombres y otorga a sus palabras un valor que no da a las de las mujeres.
El pololo de Rosalinda (del sur, 19 años,
empleada doméstica) "señaló que la mujer le dijo que estaba embarazada y
que se iría al sur, que habían quedado de encontrarse, pero que ella no llegó y
él nunca más supo de ella". Un pololo anterior que también fue llamado a
declarar "señaló que había terminado con ella porque era una
mentirosa". El juez la condenó en 1986 a 818 días de presidio.
Otro juez decidió no absolver a Doris
"dado que su pareja señaló que le había dicho que no se preocupara, que él
se haría cargo de la misma forma que del otro hijo, y que por motivos de
trabajo tuvo que ausentarse de la ciudad, y que nunca había apoyado la idea de
la mujer de abortar". Doris tenía 27 años, era del sur y asesora del
hogar, tenía un hijo pequeño de este mismo hombre y había declarado que él
"contribuía escasamente a la mantención del niño y que luego de
comunicarle su nuevo embarazo, no lo vio más". Fue condenada en 1986 a
tres años y un día.
Desde el 89 el aborto es clandestino en
Chile, antes se permitía por peligro de muerte, pero cualquier prohibición,
total o parcial, está diciéndonos una vez más que este mundo nació de la cabeza
del Patriarcado.
Fuente: "Mujeres procesadas por
aborto". Lidia Casas Becerra. Foro Abierto de Salud y Derechos
Reproductivos. Santiago, Chile, 1996.